El capitalismo empuja a las empresas a crecer y crecer, y consecuentemente sitúa a las personas (que al fin y al cabo son las que forman dichas empresas) en un contexto de competitividad un tanto perverso aunque para nada negociable. El mercado, el accionariado... bueno, eso si que apesta. Hay una buena película que explica qué es lo que pasa cuando, dentro de una gran corporación, alguien opina que lo mejor no es crecer por crecer sino la estabilidad: el largo plazo. La película se llama Jerry Maguire. El mundo empresarial es como una gran rueda y, a menos que tengas las pelotas necesarias de vivir fuera de esa rueda, lo mejor que puedes hacer es aprender a venderte. Buenas noches y buena suerte.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario